El sistema inmune es el medio de defensa de nuestro cuerpo humano, mediante el cual puede detectar y erradicar cierto tipo de patógenos, lo que en pocas palabras, permite nos mantengamos sanos o que nos recuperemos de una enfermedad como la “gripe común” en menos tiempo.

Los protagonistas encargados de esta labor, son llamados anticuerpos, y son los que conforman el sistema inmune.

¿Qué son los anticuerpos?

 

Los anticuerpos son proteínas que cada uno de nosotros tenemos en nuestro organismo. Estas proteínas son las encargadas de buscar y destruir cualquier tipo de elementos extraños como bacterias y virus, que quieran desequilibrar nuestro organismo.

 

Una de las características de los anticuerpos es que pertenecen al grupo de las glucoproteínas, lo que significa que su estructura esta compuesta por una parte de aminoácidos (la proteína), más otra parte por azucares llamada hidratos de carbono o glúcidos.

 

¿Dónde se producen los anticuerpos?

 

Los anticuerpos se sintetizan en un conjunto de células encargadas de identificar elementos extraños llamados antígenos (bacterias o virus). Esta células identificadoras se les denomina Linfocitos B. Una ves que han identificado el antígeno, comienzan a producir el anticuerpo necesario para erradicar a la amenaza.

 

Estructura de un anticuerpo

 

La estructura de todos anticuerpo mantiene una estructura similar entre si, salvo por algunas variaciones que son dirigidas precisamente por los linfocitos B. Esta estructura se divide en los siguientes elementos:

 

– Región Constante (Fc): Es la parte que puede unirse a las células inmunes.

– Región Variable (Fab): Es la parte que reconoce los antígenos.

 

Origenes

 

En el año 1890 los médicos bacteriólogos Emil Behring y Shibasaburo Kitasato, descubrieron la seroterapia, la cual consiste en un proceso toxico e infeccioso, utilizando anticuerpos específicos para tratar cierta patología. Este procedimiento lo desarrollaron mediante a un experimento con conejos inmunizado contra el tétano y contra difteria. Al finalizar el experimiento descubrieron que un cuerpo propenso a cierta enfermedad, puede adquirir anticuerpos de otro organismo que si esta inmunizado.

 

Gracias a este descubrimiento, Un año después fue posible la primera seroterapia contra la difteria aplicada en un niño que padecía esta enfermedad, a lo que Behring fue galardonado con un titulo nobiliario (el von que aparece en su apellido) y con el premio novel de la medicina en 1901, al que injustamente Kitasato no fue incluido.

 

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