La terapia antirretroviral es la forma más eficaz de prevenir el sida.

Se recomienda la medicación para la infección por el VIH (llamada terapia antirretroviral o ART) para todas las personas que viven con el VIH. Estos medicamentos les ayudan a vivir una vida más larga y saludable y a reducir el riesgo de propagar el virus.

Actualmente, no existe una cura para el VIH o el SIDA. Una vez infectado, su cuerpo no puede deshacerse de él. Sin embargo, existen muchos medicamentos que pueden controlar el VIH y prevenir complicaciones. Estos medicamentos se denominan terapia antirretroviral. Todas las personas diagnosticadas con VIH deben iniciar la terapia antirretroviral, independientemente del estadio de la infección o de las complicaciones.

Los medicamentos contra el VIH impiden que el virus se reproduzca (replicación), lo que reduce el nivel de VIH en el cuerpo (llamado carga viral). Al reducir la concentración de VIH en el cuerpo, el sistema inmunitario tiene más posibilidades de recuperarse y producir más linfocitos CD4. Incluso si queda algo de VIH en el cuerpo, el sistema inmunitario es lo suficientemente fuerte para combatir las infecciones y algunos tipos de cáncer relacionados con el VIH.

Los antirretrovirales son medicamentos que se usan para tratar el VIH y otros virus.

Se utilizan varias clases de medicamentos antirretrovirales combinados para tratar la infección por VIH. Estos medicamentos evitan que el VIH ingrese a las células humanas o la actividad de una enzima que el VIH necesita para replicarse dentro de las células humanas y/o integrar su material genético en el ADN humano.

Funcionan al inhibir la proteasa del VIH, que crea divisiones específicas en las proteínas precursoras virales en las células infectadas, lo que da como resultado partículas virales infecciosas. Son los últimos medicamentos antirretrovirales en surgir. Estos incluyen amprenavir, indinavir, nelfinavir, ritonavir y saquinavir.

El VIH es un virus llamado retrovirus. En las personas infectadas por el VIH, la terapia antirretroviral reduce la cantidad de virus en el cuerpo a niveles muy bajos. Cuando los niveles son tan bajos que los médicos piensan que son indetectables, el virus ya no puede dañar el cuerpo ni propagarse a otras personas.

Tipos de fármacos antirretrovirales

La terapia antirretroviral implica tomar una combinación de medicamentos cada día. Un régimen de tratamiento del VIH suele implicar al menos tres medicamentos diferentes de al menos dos clases de fármacos diferentes.

Las siguientes son las categorías de fármacos antirretrovirales:

Inhibidores de la transcriptasa inversa análogos de nucleósidos (ITIAN)

Los ITIAN bloquean la acción de una enzima llamada transcriptasa inversa viral, que es necesaria para que el VIH se replique.

Algunos ejemplos de ITIAN incluyen:

Inhibidores de la transcriptasa inversa no nucleósidos (ITINN)

Los ITINN funcionan de manera similar a los ITIAN. La única diferencia es que actúan en diferentes sitios de la enzima.

Algunos ejemplos de estos fármacos antirretrovirales incluyen:

Inhibidores de la proteasa (IP)

Los IP impiden otra enzima viral, llamada proteasa del VIH. El VIH requiere la proteasa para replicarse.

Algunos tipos de IP incluyen:

Inhibidores de entrada

Como su nombre lo indica, estos fármacos evitan que el virus entre en las células objetivo.

Para penetrar en las células inmunes, el VIH debe fusionarse con los receptores de las células, y estos fármacos actúan para evitar que esto suceda.

Las personas suelen tomar inhibidores de entrada cuando otros tratamientos no han funcionado.

Algunos ejemplos actualmente en uso incluyen enfuvirtida (Fuzeon) y maraviroc (Selzentry).

Inhibidores de la integrasa

El VIH utiliza una proteína llamada integrasa para enviar su material genético a las células a las que se dirige. Los inhibidores de la integrasa bloquean esta acción.

Hay investigaciones sobre estos fármacos en desarrollo, pero algunos tipos actualmente aprobados para su empleo incluyen dolutegravir (Tivicay) y raltegravir (Isentress).

Conoce más sobre los tipos de medicamentos contra el VIH aquí.

Efectos secundarios

Los fármacos antirretrovirales pueden tener efectos adversos. La mayoría son manejables, pero algunos pueden ser graves. Los fármacos más nuevos tienden a causar menos efectos secundarios, y menos graves.

Los beneficios de tomar medicamentos contra el VIH normalmente superan los efectos secundarios. Estos tratamientos pueden ayudar a las personas a vivir una vida larga y saludable con menores riesgos de complicaciones y transmisión relacionadas con el VIH.

Los posibles efectos secundarios varían dependiendo del tipo de medicamento que una persona use. Además, el mismo medicamento puede tener diferentes efectos secundarios en diferentes personas.

Algunos efectos secundarios de la terapia antirretroviral, como náuseas o fatiga, pueden durar solo unos pocos días o semanas. Otros efectos secundarios, como colesterol alto, podrían no aparecer durante unos meses o años.

Otros posibles efectos secundarios de la terapia antirretroviral incluyen:

Si alguien experimenta efectos secundarios graves o que no desaparecen, puede hablar con su médico acerca de cambiar las dosis o combinaciones de medicamentos para encontrar lo que funcione mejor.

Es importante evitar suspender la medicación sin hablar primero con un médico, ya que interrumpir la terapia puede permitir que el virus se multiplique rápidamente, lo que aumenta el riesgo de que la persona se enferme.

Algunos efectos secundarios a largo plazo pueden incluir:

Los efectos secundarios que indican una complicación más grave y que pueden requerir atención urgente incluyen:

Las personas que experimentan hinchazón de la cara, la garganta o la lengua requieren tratamiento de emergencia. Si esto ocurre, será necesario llamar a una ambulancia o ir a la sala de emergencias más cercana.

Cómo controlar los efectos secundarios

El médico puede brindar asesoramiento y otras formas de apoyo a las personas que experimentan efectos secundarios por el tratamiento del VIH. Si los síntomas son graves o no ceden, puede recomendar medicamentos alternativos.

Hablar sobre el estilo de vida, las necesidades, las preferencias y el estado de salud actual con el médico puede ayudarlo a tomar todo esto en cuenta al recetar un plan de tratamiento.

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