¿Qué es el estigma por el VIH?
El estigma por el VIH se refiere a las actitudes negativas y suposiciones sobre las personas que tienen el VIH. Se trata del prejuicio que se genera cuando se cataloga a alguien como parte de un grupo que se supone ser socialmente inaceptable.
Estos son algunos ejemplos:
- Creer que solo ciertos grupos de personas pueden contraer el VIH.
- Juzgar moralmente a las personas que toman medidas para prevenir la transmisión del VIH.
- Sentir que alguien merece contraer el VIH debido a las decisiones que toma.
¿Qué es la discriminación?
Mientras el estigma se refiere a una actitud o suposición, la discriminación se refiere a los comportamientos que resultan de esas actitudes o suposiciones. La discriminación contra las personas que tienen el VIH es el acto de tratarlas de una manera diferente que a las personas que no tienen el VIH.
Estos son algunos ejemplos:
- Un proveedor de atención médica que se niega a brindarle atención médica o servicios a una persona que tiene el VIH.
- Rechazar el contacto casual con alguien que tiene el VIH.
- Aislar socialmente a un miembro de la comunidad porque es VIH positivo.
- Referirse a las personas con el VIH como “infectadas” o “positivas”.
¿Cuáles son los efectos del estigma y la discriminación por el VIH?
El estigma y la discriminación por el VIH afectan el bienestar emocional y la salud mental de las personas con el VIH. Aquellos que tienen el VIH a menudo interiorizan el estigma que sienten y comienzan a crear una imagen negativa de sí mismos. Podrían temer que se los discrimine o juzgue negativamente si se sabe que tienen el VIH.
La “interiorización del estigma” o “autoestigmatización” sucede cuando una persona absorbe las ideas negativas y los estereotipos sobre las personas con el VIH y comienza a aplicarlos a sí misma. El estigma interiorizado del VIH puede producir sentimientos de vergüenza, temor a que se sepa, aislamiento y desesperación. Estos sentimientos pueden llevarla a no hacerse la prueba ni recibir tratamiento para el VIH.
Adoptar políticas contra la discriminación.
Los profesionales de la salud pueden mejorar sus actitudes éticas mediante la capacitación e implementación de prácticas no discriminatorias. Revelar aspectos valorativos como características esenciales del rol social de la profesión de la salud, como el altruismo, el respeto, la solidaridad, la compasión, la justicia y otros valores, conducen a impactar positivamente a los pacientes. En muchos casos, el mayor interés por la ciencia y la tecnología, así como el desconocimiento de la ética del personal de salud, los mantiene ajenos a los abusos que pueden infligir a los pacientes. En ese sentido, los profesionales de la salud deben tener habilidades para identificar y actuar, teniendo en cuenta los aspectos técnicos, éticos y el contexto en el que ocurre una situación difícil de enfermería. La consideración de las necesidades éticas en la práctica clínica ayuda a los profesionales a reflexionar sobre las situaciones que afectan a las personas y buscar las mejores opciones para su beneficio.
El cuidado de la salud es un sistema social complejo que involucra personas, procesos, infraestructura y redes de control. Cortina ha afirmado que las instituciones de salud deben asumir la responsabilidad social de sus acciones, complementando la ética organizacional con la ética profesional, ya que es imposible dejar la ética de enfermería únicamente a las normas personales de los profesionales. Si las organizaciones no cuentan con una estructura ética que las guíe, será difícil que las personas que trabajan en ellas se comporten de manera ética. Por lo tanto, los valores institucionales deben buscar la mejor práctica ética, que consiste en que todos los miembros de la organización consideren los valores y principios institucionales al momento de tomar decisiones que involucren a los pacientes. De esta forma, se podrá determinar que las decisiones sanitarias sean más justas, adecuadas, prudentes y con mayor cohesión dentro de la organización.
Fomentar una conversación abierta sobre el VIH y el sida.
“Queremos que los profesionales de la salud y los jóvenes empiecen a hablar más sobre el VIH y otras infecciones de transmisión sexual, con respeto y sin prejuicios”, dijo Marcos Espinal, director de la División de Enfermedades Infecciosas de la Organización Panamericana de la Salud, como parte de su salud. «Porque cuanto más bienvenidos se sientan, más podrán hacerse la prueba y mantenerse en contacto con los servicios de salud, ya sea para comenzar un tratamiento o buscar medidas que puedan evitar que contraigan o propaguen el VIH».
Identificar formas de detener el estigma y la discriminación relacionados con el VIH.
La discriminación contra las personas que viven con el VIH/SIDA está asociada con el estigma basado en cómo contrajeron la enfermedad. Esta imagen sesgada lleva a los grupos, especialmente a los jóvenes heterosexuales, a ignorar las precauciones y sentirse seguros para participar en comportamientos de riesgo, lo que limita el control de enfermedades a nivel mundial. Como comportamiento de riesgo, cualquier “característica, característica o exposición de un individuo aumenta su probabilidad de enfermedad o lesión”.