El VIH/SIDA es una de las enfermedades más mortales del mundo. Es una infección causada por el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). La enfermedad se propaga fácilmente a través de la sangre y los fluidos corporales como la sangre, el semen y las secreciones vaginales. A pesar de su naturaleza mortal, todavía hay varios países que aún no han experimentado las consecuencias del VIH/SIDA.
Cuando las personas piensan en el VIH/SIDA, generalmente lo asocian con África. Inicialmente, la enfermedad era desconocida en países fuera de los EE. UU. Sin embargo, cuando comenzó la década de 1980, hubo algunos casos en África. Inicialmente, muchos médicos pensaron que los habitantes de países africanos tenían una cepa diferente de VIH/SIDA. Dado que esto fue antes de que los científicos entendieran la enfermedad, había muy poco que los médicos pudieran hacer por los pacientes. Afortunadamente, había algunos ejemplos de personas que vivían con el VIH/SIDA que los médicos podían estudiar. Gracias a esa investigación, estamos mucho más cerca de curar esta peligrosa enfermedad.
El VIH/SIDA es ahora una epidemia en África, tanto en número como en gravedad. Según el Informe de ONUSIDA sobre el patrón global de infección por VIH/SIDA, hay más de 50 millones de casos de VIH/SIDA en África cada año. La enfermedad afecta principalmente a adultos jóvenes de entre 18 y 29 años. Esto se debe al aumento de las conductas sexuales de riesgo fomentadas por la pobreza y los bajos estándares educativos. También hay más de 13 millones de muertes por VIH/SIDA cada año en África. Se espera que este número aumente a medida que más países experimenten esta enfermedad mortal.
El VIH/SIDA tiene muchos efectos negativos en el sistema de salud de un país. Sin suficientes médicos y enfermeras, una epidemia como esta puede paralizar la capacidad de un país para brindar atención médica a sus residentes. Afortunadamente, la mayoría de los países han podido contratar suficientes profesionales médicos para tratar esta enfermedad. Sin embargo, todavía ocurren muchos casos nuevos debido al aumento de las tasas de infección entre los contactos sexuales y los usuarios de drogas inyectables (UDI). Desafortunadamente, muchos países ni siquiera tratan estos temas adecuadamente, dejando a sus ciudadanos indefensos frente a esta enfermedad mortal.
Aunque hemos logrado grandes avances contra el VIH/SIDA, aún nos queda un largo camino por recorrer. Los países necesitan mejoras de infraestructura para que puedan tratar con eficacia esta enfermedad mortal.