Los linfocitos son un tipo de leucocitos (glóbulos blancos) que representan las células principales del sistema inmunológico. Todos los leucocitos pueden clasificarse como dos tipos de células: granulocitos y agranulocitos, siendo que los linfocitos hacen parte de los agranulocitos.

Los linfocitos se encuentran en grandes cantidades en la sangre, en la linfa y en los tejidos linfoides, tales como el timo, los ganglios linfáticos, el bazo y el apéndice vermiforme. Estos representan alrededor del 30% de todos los leucocitos sanguíneos y son los agranulocitos más comunes. A pesar de tener una apariencia tan similar entre ellos, los linfocitos tienen funciones diferentes y se agrupan de acuerdo a ellas en: linfocitos T (células T), linfocitos B (células B) y los linfocitos NK (células natural killer o asesinas naturales).

Los linfocitos son las células funcionales principales del sistema inmunitario, responsables de la producción de anticuerpos, de la respuesta inmunitaria mediada por células (inmunidad celular) mediante la cual se destruyen las células infectadas por virus y las células tumorales, y también de la regulación de la respuesta inmune.

¿Cómo se forman los linfocitos?

Los linfocitos aunque son células sanguíneas son creados en el hueco medular de los huesos largos. Es decir, que son generados en la médula ósea, junto a otras células que también nos brindan protección ante virus, bacterias, hongos y parásitos. Luego se envían al torrente sanguíneo para que cumplan con su rol con respecto al sistema inmunológico.

¿Cómo actúan los linfocitos?

Dependiendo del linfocito que se activa cada uno actuará de manera diferente, por lo que son elementos que interactúan unos con otros para poder contribuir activamente en el sistema inmunitario. Siendo estas células las que realizan los siguientes trabajos:

Tipo B: están diseñados para crear anticuerpos que logren identificar y unirse a agentes extraños.
Tipo T: a diferencia de los otros, estos si pueden destruir a las sustancias peligrosas.
Entonces, lo que hacen es salir del torrente sanguíneo, dirigirse al lugar donde se encuentra la alteración, identificar los elementos dañinos y posteriormente eliminarlos mediante los macrógafos.

¿Qué significa cuando los linfocitos están altos o bajos?

Cuando hay alteraciones en los valores de los linfocitos podemos encontrarnos ante diferentes escenarios médicos, por ejemplo en el caso de los niveles aumentados pueden ser un indicativo de la instauración de procesos infecciosos a causas de bacterias o virus, como la mononucleosis o también por cáncer en alguna parte del organismo.

«Sus alteraciones pueden indicar virus, infecciones, cáncer, VIH, mononucleosis entre otros»

En cambio, cuando los valores se encuentran disminuidos se puede sospechar de la presencia de procesos virales, virus de inmunodeficiencia humana, cáncer (tumores de la médula ósea) e incluso por artritis reumatoide.

Pero para establecer un diagnóstico y posteriormente el tratamiento también se deben evaluar todos los demás valores así como también los síntomas en general.

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